Texto Drámatico.

 En las vastas profundidades del espacio, donde la oscuridad reina sin piedad, una nave espacial flota solitaria. Los destellos de luz se reflejan en los ojos de su deprimido capitán.

Capitán: Que idiotez, no puedo creer que un error de este calibre sucediese, no podemos quedar varados en este inhóspito lugar, no sin completar la misión.  

Desconocido: ¿Capitán? ¿Está aquí?, debo informarle algo.

Capitán: Si...estoy aquí, Johan, ¿Qué sucede?

Johan: La plataforma de manejo está dañada y no podemos arreglarla, necesitamos su ayuda.

El capitán se dirige a la sala principal. Entra y al momento de hacerlo un cortocircuito sucede, muchas personas terminan en el suelo mientras se retuercen de dolor. El capitán se enfrenta a la consola principal, una exhibición de números parpadeantes y alarmas que no cesan. 

Capitán: Demonios, todos los controles están dañados, parece imposible solucionarlos.

Tripulante 1: Es el fin, vamos a morir todos aquí.

Tripulante 2: Sabía que no debía enlistarme a esta misión, fue un grave error.

Capitán: ¡Silencio!, dejen de argumentar idioteces, debían hacer esto si o si, de eso dependía el destino de la humanidad.

Tripulante 1: ¿De qué? ¿De buscar un elemento radioactivo para complacer a un gobierno híper comunista e injusto como lo es el de Bagdad? ¿¡Depende de crear nuevo armamento nuclear para destruir más y más el planeta!?

Capitán: ¡He dicho que te calles, descerebrado! No me deshago de ti ya que necesitamos la mayor parte de tripulación con vida, sin embargo una vez en tierra voy a hacer que te fusilen.

Johan: Sin embargo, señor, ellos tienen razón, si no hacemos algo respecto todos moriremos aquí.

Capitán: Lo sé, Johan, lo sé, buscaremos una solución que nos ayude a todos, esta tripulación no debe quedarse aquí, no es lo correcto. Ahora si me lo permites, iré al mirador a pensar de forma adecuada, prometo que todos saldremos de aquí.